El RETO de Lexus: Lean Kata en acción

La siguiente frase, pronunciada por Ichiro Suzuki, el “Michel Jordan” de los ingenieros y una leyenda dentro de Toyota, resume todo el espíritu de la metodología LEAN KATA. Léanla despacio y con atención:
“Incluso si el objetivo parece prácticamente inalcanzable a primera vista, si tu explicas a toda la gente involucrada la necesidad del proyecto y les insistes en ello, todo el mundo abrazará con entusiasmo el espíritu del reto, trabajarán juntos y finalmente lo conseguirán”.
De la frase de Suzuki se desprende una vez más, que lo importante para que un equipo alcance cualquier objetivo que se plantee, son las personas y cómo éstas interioricen y se comprometan con el RETO planteado. Por imposible que inicialmente parezca, si las personas asumen ese RETO, trabajarán como un equipo y finalmente lo alcanzarán. Pero también la consecución del logro depende del líder, de cómo sea capaz de comprometer al equipo y guiarle con su acción de coaching, en pos del objetivo marcado.
Así lleva trabajando Toyota durante mas de 100 años y esa es su fortaleza: que todo el equipo trabajando unido y convencido para conseguir esos RETOS que a priori, parecen imposibles. Ese es el espíritu Lean Kata.
¿Y quién es este ingeniero que lo tiene tan claro? Ichiro Suzuki en una leyenda en Toyota. Fue el ingeniero jefe y responsable del proyecto para el lanzamiento de la marca Lexus, que supuso el diseño de un vehículo completamente nuevo que pudiera competir en el mercado americano con los Mercedes, BMW y Audi. Déjenme que le cuente la historia para que puedan comprender cual fue el proyecto al que se enfrentó Toyota en aquellos años: el RETO de Lexus.
A principios de los años 80 del siglo pasado, Yukiyasu Togo, un ejecutivo a cargo de la Toyota Motor Sales en el Sur de California estaba más que harto de no poder vender sus coches Toyota a aquellos clientes “que no los consideraban de su nivel” y que se iban finalmente a los concesionarios de Mercedes y BMW. Togo no veía la razón por la que Toyota no podía competir con las marcas europeas y propuso a sus jefes de Japón “diseñar un vehículo de lujo que creara una nueva imagen de Toyota, un coche de alta gama y que pudiera competir incluso con Mercedes-Benz”.
En un principio, los altos cargos de Toyota no lo vieron con buenos ojos. Toyota es pese a todo lo que pueda parecer, una compañía muy conservadora y crear una marca de coches de lujo desde cero, significaba romper el modelo de ser la marca japonesa que solo construía vehículos robustos, de calidad y a buen precio. Después de un intenso debate en el Consejo, se decidió ir adelante con un nuevo RETO: desarrollar un nuevo concepto de automóvil que pudiera competir “contra las marcas europeas en USA”.
El RETO tomó entonces una gran importancia dentro de Toyota y se creó el comité especial F1 “Flagship One” respaldado por el propio Eiji Toyoda, para apoyar el desarrollo de la nueva marca.
Lo primero que se llevó a cabo fue una evaluación pormenorizada de los objetivos y expectativas que debía cubrir el nuevo vehículo (todavía ni siquiera tenía nombre). Fue en mayo de 1985 cuando un grupo de 19 diseñadores de Toyota liderados por Shoji Jimbo, se trasladaron a vivir durante 6 meses a Laguna Beach en California. Todos estaban muy ansiosos porque conocían los importante de su labor. Querían conocer y observar de primera mano, los gustos y las formas de vida de los potenciales compradores de vehículos de alta gama, para poder definir los principales conceptos que debía reunir el coche que iban a diseñar. Los ingenieros japoneses se desplazaron a los aparcamientos de restaurantes de lujo con el fin de observar a los propietarios de vehículos europeos, acudieron a barrios de gente adinerada para ver cómo utilizaban sus coches, observaron sus costumbres “in-situ”, realizaron entrevistas a sus propietarios para conocer los motivos por los cuales comprarían un Mercedes, un BMW o un Audi antes que otras marcas. Y con toda esa información, acabaron seleccionando una serie de objetivos y características que deberían reunir los futuros automóviles Lexus:
- Deberían ser vehículos poco ruidosos y con bajas vibraciones con una gran suavidad de funcionamiento en la mecánica.
- Deberían ser coches elegantes (pero a la vez con buena aerodinámica), muy estables, rápidos (pero con bajo consumo), tener interiores acogedores y de gran calidad (pero muy funcionales).
Pero lograr todos estos compromisos en el nuevo automóvil que se tenía que diseñar para conseguir el RETO, no iba a ser nada sencillo. El equipo de ingenieros, dirigidos por Suzuki, que puso manos a la obra, desconocía muchas de las soluciones técnicas que se necesitaban para alcanzar los objetivos marcados y poder cumplir con todas las especificaciones que el nuevo vehículo necesitaría.
Muchos de los requerimientos parecían imposibles de conseguir a priori, porque estaban fuera de las posibilidades técnicas y de los conocimientos que en ese momento tenía Toyota como fabricante. Pero el gran Suzuki era muy consciente de cuáles eran los obstáculos que debía salvar para conseguir el Reto propuesto y fue hablando con cada uno de los ingenieros que podía ayudarle, con el objetivo de hacerles comprender lo importante que era su tarea para el proyecto. Necesitaban diseñar soluciones nuevas, experimentar con tecnologías que quizás en ese momento no fueran capaces de aplicarlas para la fabricación en masa de los actuales Toyota, pero en cada paso que dieran, algo nuevo aprenderían y con ello, estarían mas cerca de sus objetivos.
Suzuki era consciente de que parte del éxito del Lexus dependería de conseguir diseñar y fabricar un nuevo motor que cumpliera con unos parámetros extraordinarios de comportamiento (vibraciones, consumo, potencia, …) y muy por encima de los vehículos de la competencia. Por ello se reunió con el ingeniero de producto, Akira Takahashi, y le pidió que fabricara un motor que cumpliera desde el principio con todos los estrictos requerimientos que iba a necesitar el nuevo automóvil. La primera reacción de Akira fue muy negativa. Lo que Suzuki le pedía, implicaba construir un motor con unas tolerancias muy bajas, muy lejos de las que en ese momento se usaban para las piezas de los Toyota: “no me puedes pedir que construya piezas que sean mas precisas que las tolerancias de los instrumentos de precisión que usas para fabricarlas, es ridículo, me estás pidiendo demasiado”. Entonces Suzuki le contestó: “De acuerdo, te propongo una cosa. Intenta construir uno de esos motores de alta precisión y si no lo puedes conseguir, me daré por vencido y no te lo pediré, pero inténtalo.”
Takahashi estuvo de acuerdo con el trato, porque pensaba que podría construir un motor como el que le demandaba Suzuki, siempre y cuando no le pidiera que lo fabricara en grandes volúmenes. Los mejores ingenieros del equipo de diseño de motores se pusieron a trabajar de inmediato hasta conseguir construir un motor “fabricado a mano” de forma artesanal. Cuando finalmente lo montaron en un coche y lo probaron, pudieron ver que efectivamente era un motor con muy pocas vibraciones y muy bajo consumo de gasolina. El equipo de ingenieros de Takahashi estaba entusiasmado y de inmediato empezaron a imaginar como podrían fabricar el nuevo motor con la maquinaria que usaban para la producción en masa.
Como resultado del enfoque que utilizó, Suzuki había hecho participe del RETO de Lexus a Takahashi y éste, a través de la experimentación, había conseguido superar los obstáculos y había adquirido los conocimientos necesarios para fabricar el motor que necesitaba el proyecto. Ese es el espíritu Lean Kata.
Después del lanzamiento de los nuevos automóviles Lexus, los consumidores se mostraron impresionados y se pudo comprobar en las ventas. En la época del lanzamiento del Lexus, tres modelos de Mercedes (300E, 420SE y 560SEL) no tenían rivales en el mercado de los Estados Unidos. Pero Lexus con un solo modelo, el LS400, fue capaz de vender en un solo año 2,7 veces la cantidad de coches vendidos por Mercedes para los tres modelos. En 2002, el Lexus fue el coche de lujo mas vendido en USA.
¡El RETO de Lexus se había conseguido!